Arrebatacapas
- jubilatassenderistas
- 28 ene 2015
- 2 Min. de lectura

En esta ocasión quedamos en la plaza central de Cebreros, el pueblo de Emilio Castelló.
Como suele ser habitual, lo primero café y charleta que se prolonga, como siempre, más de la cuenta.
Subimos al Puerto de Arrebatacapas y aparcamos los coches en la pista que sale a su izquierda para comenzar la ruta.
La mañana se presenta fría y ventosa con cielo despejado y hay que decir que el puerto hace honor a su nombre. Cuando alcanzamos altura el fuerte viento del norte enfrió rápidamente el ambiente.
El recorrido es fácil aunque también nos hemos liado un poco. Hay buenas vistas y como el ambiente entre nosotros es agradable, el resultado final es previsible: Magnífico.
La primera media hora de pista de tierra ancha entre pinares, que nos lleva a una zona muy despejada y nos ofrece un paisaje impresionante. Girando de Levante a Poniente nos permite ver desde Guadarrama a La Paramera y la Sierra de Gredos. Al fondo la provincia de Madrid y a nuestros pies el Valle del Rio Alberche, así como el Embalse del Burguillo y la Presa de San Juan, que retienen el caminar del Alberche en dirección hacia tierras de Madrid y Toledo. Parada para disfrutar de estas vistas y hacemos camino siempre en subida hasta llegar al Alto De La Merina con su vértice geodésico. Nueva parada para descansar y fotos.
Retornamos el camino que nos ha traído hasta aquí, y después de una bajada de 2 Km nos desviamos en la cancela roja que en la subida dejamos a la derecha. A los pocos minutos tomamos una leve desviación que nos lleva a la fuente de Juan Frias, con sus ocho pilones, en un entorno de pradera y robles.
Regresamos al camino principal y más delante nos equivocamos en una desviación que nos hace caminar campo a través entre matorrales y vegetación baja, hasta que llegamos a la Casa De La Dehesa. Parada para comer y para refugiarnos del viento que ha estado presente toda la mañana.
Continuamos camino y en una hora llegamos al Puerto De Arrebatacapas, final de la marcha.
De regreso, paramos en El Tiemblo y en la Cafetería del Hotel Toros De Guisando, para tomar aquello que cada excursionista acostumbra. Charla como siempre amena y cita para dentro de quince días en los Cortados De Rivas donde toca ¡¡MENÚ!!.
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